
Hay 70 vacunas contra el coronavirus en desarrollo en todo el mundo, y tres de ellas ya se están probando en ensayos con seres humanos, según reportó la Organización Mundial de la Salud, mientras los fabricantes de medicamentos se apresuran a encontrar una cura para el patógeno mortal.
Se está avanzando a una velocidad sin precedentes en el desarrollo de vacunas, ya que parece improbable que el patógeno infeccioso sea eliminado solo con medidas de contención. La industria farmacéutica espera reducir el tiempo que tarda una vacuna en llegar al mercado, normalmente unos 10 o 15 años, hasta el año próximo.
Incluso, se habla de una posible llegada para este año. Sarah Gilbert, profesora de vacunología de laUniversidad de Oxford, trabaja en una vacuna contra el coronavirus que podría estar lista para uso público para el otoño europeo (septiembre), informó el periódico londinenseThe Times. “Eso es casi posible si todo va perfectamente. Tenemos que ir por eso. Nadie puede dar garantías, nadie puede prometer que va a funcionar y nadie puede dar una fecha definitiva, perotenemos que hacer todo lo que podamos tan rápido como podamos”, dijo la científica en una entrevista con el diario británico.
¿Cómo funcionan las vacunas?
La primera vez que un virus ingresa a un organismo, el cuerpo tarda semanas en producir anticuerpos y otros mecanismos de defensa para combatirlo. Esto le da al virus mucho tiempo para replicarse y enfermar a las personas. Sin embargo, el sistema inmunológico tiene memoria. Si el cuerpo reconoce a un virus, puede activar rápidamente sus defensas contra el invasor y neutralizarlo antes de que se desarrolle una infección.
Esta es la idea detrás de las vacunas: darle al cuerpo la oportunidad de generar defensas contra un virus al que puede exponerse en el futuro. No todas las vacunas producen el mismo nivel de preparación inmunológica (cuanto más fuerte es la respuesta inmunológica inicial, mejor es la vacuna), pero igual es mejor estar un poco preparado que no estarlo para nada.
La manera tradicional de desarrollar una vacuna es inyectarles a los pacientes virus inactivados. Estos virus no enferman, pero una vez que el sistema inmune se expone al virus “muerto”, ya contará con las herramientas para combatirlo en el futuro, si es necesario.
Lamentablemente, es muy complicado hacer crecer un virus nuevo a una escala industrial y, una vez que se logra, el proceso en sí es lento, difícil y puede ser riesgoso. Por ejemplo, la vacuna contra la gripe se produce al inyectarles el virus a millones de huevos de gallina. El proceso tarda cuatro meses. Además, cuando se trabaja con un virus que no cuenta con una medicación o vacuna para combatirlo, es más seguro no hacerlo crecer en grandes cantidades por miedo a que se filtre por accidente y haga que la situación empeore.
Con el coronavirus transformando al tiempo en un asunto de vida o muerte, casi 50 laboratorios públicos y privados están usando métodos nuevos, más seguros y más rápidos para producir una vacuna contra ese virus.
(Con información deBloombergyAP)
Pubished: Miércoles 15 de Abril de 2020