Lo que los adultos mayores necesitan saber sobre la tosferina

Los síntomas iniciales pueden parecerse a los de un resfriado común, con goteo nasal, tos leve y fiebre baja.

Aunque la COVID-19, la gripe y el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) suelen acaparar la atención, una enfermedad menos conocida está haciendo su aparición: la tosferina, también conocida como tos convulsa. Este año, se ha registrado un aumento alarmante de casos, con casi tres veces más comparado con el año pasado. De enero a junio de 2024, se reportaron 5,267 casos en Estados Unidos, en comparación con 1,850 casos en el mismo período de 2023, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

El Dr. Robert H. Hopkins, Jr., director médico de la Fundación Nacional para las Enfermedades Infecciosas, atribuye el aumento a una combinación de factores. “Es una tormenta perfecta de resurgimiento de una enfermedad prevenible por vacunación”, explica. La disminución en la vacunación infantil durante la pandemia de COVID-19 puede ser una causa significativa de este resurgimiento.

La tosferina, aunque frecuentemente asociada con los bebés, también puede ser grave para los adultos mayores. El Dr. Graham Snyder, director médico de Prevención de Infecciones y Epidemiología Hospitalaria en UPMC, destaca que los patrones sociales postpandemia podrían estar contribuyendo al aumento de casos. “Estamos viendo un retorno a las actividades sociales y los viajes, lo que puede estar facilitando la propagación de enfermedades”, comenta.

¿Cómo se propaga la tosferina?

La tosferina es causada por la bacteria Bordetella pertussis y se transmite fácilmente a través de gotitas respiratorias cuando una persona infectada tose o estornuda. La infección puede propagarse durante varias semanas.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas iniciales pueden parecerse a los de un resfriado común, con goteo nasal, tos leve y fiebre baja. Sin embargo, la tos puede empeorar significativamente, con ataques intensos que pueden causar dificultad para respirar, vómitos, y en casos graves, perforación del pulmón. Los ataques de tos pueden durar de una a seis semanas, o incluso más.

¿Cómo se trata la tosferina?

Los antibióticos pueden ayudar a tratar la tosferina, especialmente si se administran en las primeras etapas de la enfermedad. Aunque los antibióticos no eliminarán los síntomas por completo, pueden hacer que la infección sea menos grave y reducir la propagación de la enfermedad a otras personas.

¿Cómo prevenir la tosferina?

La vacunación es clave para la prevención. La vacuna contra la tosferina se administra en la infancia y se recomienda un refuerzo cada 10 años para los adultos con la vacuna Tdap, que también protege contra el tétano y la difteria. Las personas que están cerca de un recién nacido también deben considerar vacunarse. Además, mantener buenas prácticas de higiene, como quedarse en casa cuando se está enfermo y usar mascarillas en espacios públicos concurridos, puede ayudar a prevenir la propagación.

El Dr. Hopkins señala que los casos de tosferina suelen aumentar en otoño e invierno, pero la tendencia actual sugiere que los números reportados podrían ser solo una fracción de la realidad, debido a la falta de informes y pruebas suficientes.

Mantente informado y consulta con tu médico sobre tu estado de vacunación y medidas preventivas para protegerte a ti y a los que te rodean.

Fuente: Asociación Americana de Personas Retiradas