Temporada respiratoria: Orientaciones para reducir complicaciones en adultos mayores
- 7 days ago
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Por: Yolimarian Torres | VOCESPR
En esta temporada de celebración y compartir, la Dra. Marielys Otero Maldonado, presidenta de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Puerto Rico, hizo un llamado urgente a reforzar las medidas de prevención, especialmente entre los adultos mayores, quienes enfrentan un mayor riesgo de complicaciones por influenza, pulmonía y virus sincitial respiratorio (RSV).
Según la especialista, la prevención comienza por entender la vulnerabilidad de esta población. “Los adultos mayores tienen un sistema inmunológico más bajito y frecuentemente viven con condiciones crónicas como diabetes, enfermedad del corazón o del pulmón. Todo eso los hace más susceptibles al contagio y a desarrollar complicaciones severas”, explicó. La desnutrición y el mal control de condiciones como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) aumentan aún más ese riesgo.
La Dra. Otero recalcó que la vacunación es la herramienta preventiva más efectiva. “Vacunarse reduce la posibilidad de contagio, pero sobre todo evita que la infección se manifieste de forma severa. Prevenir complicaciones es el beneficio mayor”, aclaró. En el caso de influenza, la vacunación disminuye el riesgo de que la enfermedad desemboque en pulmonía severa, fallos respiratorios, infecciones bacterianas secundarias, infarto cardíaco o complicaciones neurológicas como Guillain-Barré o mielitis transversa.
En cuanto al RSV, la prevención se dirige especialmente al adulto mayor, bebés pequeños y mujeres embarazadas, quienes pueden desarrollar pulmonía viral severa que requiere hospitalización.
Además de la vacunación, la doctora enfatizó la importancia de identificar señales tempranas. Entre los síntomas que deben activar las alarmas se encuentran dificultad para respirar, tos persistente, fiebre alta, escalofríos, falta de apetito, desorientación o incapacidad para completar oraciones al hablar o caminar sin agotarse. De presentarse, el adulto mayor debe ser evaluado por su proveedor primario de inmediato. Si no hay mejoría en 48 a 72 horas, recomendó volver al médico o acudir a una sala de emergencias.
Otra medida preventiva clave es mantener prácticas de higiene y autocuidado. “Si estamos enfermos debemos usar mascarilla, cubrirnos al toser con el codo, botar los pañitos desechables y lavarnos las manos enseguida”, recordó. También insistió en que quienes conviven o frecuentan a adultos mayores deben vacunarse para disminuir la circulación de virus en la comunidad. “Vamos a fiestas, luego los visitamos. Nos toca protegerlos también a ellos.”
La infectóloga concluyó con un mensaje claro: la temporada respiratoria requiere preparación, conciencia y acción. “No podemos subestimar estos virus. La prevención es responsabilidad de todos y la vacunación sigue siendo nuestra mejor defensa”.

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